“Según vamos descentralizando nuestro miedo por medio de volvernos cada vez más íntimos con él, atestiguando sus detalles, sosteniéndolo con más ternura, pueden suceder cosas asombrosas. Sí, todavía nos asustamos, pero no sentimos pánico o corremos como solíamos. Oímos lo que nuestro miedo nos está diciendo, y reconocemos cuanto de esto es solamente nuestro condicionamiento dándose a conocer a sí mismo. ¡Qué alivio cuando dejamos de adoptar automáticamente una orientación problemática al surgir del miedo!.”
Traducido por Alejandro Villar
Robert Augustus Masters
http://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=6…As we decentralize our fear by becoming increasingly intimate with it, by witnessing its particulars, by holding it more tenderly, amazing things can happen. Yes, we still get afraid, but we don’t panic or run like we used to. We hear what our fear is telling us, and we recognize how much of this is just our conditioning giving us a piece of its mind. What a relief it is when we stop automatically adopting a problematic orientation to the arising of fear!
Cuando reconocemos nuestros condicionamientos dandose a conocer a sí mismos, no puede ser una forma de ver como si le atribuyeramos una entidad propia, como si dijeramos, mi parte que se condiciona, que no soy yo, oye; y esto nos puede llevar a no querer ser humanos, a querer ser como dioses no condicionados, y a que nos rechacemos, nos odiemos, deseemos enajenarnos, y nos autodenigremos?
Una cosa es volverse íntimo con una de las partes interiores de uno (el miedo, en este caso), como dice R.A.M., pero esto no es lo mismo de darle identidad propia y decir “no soy yo”, es lo contrario, reconocer esa parte desagradable como parte de mi mismo, no para recharzarla u odiarla, sinó para acogerla y reconocerla, y por tanto reconocerme en todo lo que yo soy